14 de abril de 2009

Pan y agua.

Odio la adolescencia. Tantos cambios de humor y tanta porquería. Vivir enamorada, anhelar tanto la compañía de él. Discutir con mi madre día y noche. No soportar a mis hermanos. Querer salir y salir sábado tras sábado y no estudiar una mierda. Estar en clase y escuchar de fondo ''el logaritmo neperiano de...'' mientras piensas en sexo. Querer un gatito, al minuto siguiente unos zapatos nuevos, un ipod, un ordenador, tanto capricho necesaricísimo para la continuidad de la vida. La cabezonería me lleva a muchos problemas. Aún más la impulsividad.
Pero no quiero millones de arrugas y no tener ni ganas de levantarme por las mañanas para ir a trabajar sin tener planes para los fines de semana.

Me estoy comiendo una piruleta de colorines mientras escucho Bob Marley.

2 comentarios:

Nebirous dijo...

K razón tienes u.u

Predator dijo...

Lo mas curioso es que solo hay una persona que puede cambiar eso en tu vida. Y esa eres tú.